En el sector de la kombucha, la atención se centra con frecuencia en la interrelación entre esta bebida ácida y diversos materiales de los tanques de fermentación. Es bien sabido que los metales pueden interactuar negativamente con las condiciones ácidas. Por lo general, metales como el latón y el aluminio no son adecuados para la elaboración de kombucha debido a su reactividad. Sin embargo, ¿qué ocurre con el acero inoxidable?
Por qué los aceros inoxidables 304 y 316 son ideales para el Kombucha
El proceso de fermentación produce sustancias naturalmente ácidas, que pueden interactuar con ciertos metales, causando corrosión, lixiviación y cambios no deseados en el sabor. Sin embargo, cuando se trata de acero inoxidable para uso alimentario, la situación es diferente.
Resistencia a la corrosión en entornos ácidos
Los aceros inoxidables 304 y 316 son muy resistentes a la corrosión por su alto contenido en cromo. Los átomos de cromo forman una fina capa de óxido de cromo en la superficie del acero, que protege contra la oxidación y los daños, incluso en ambientes ácidos como el kombucha. Esta capa tiene propiedades autorreparadoras, lo que garantiza una resistencia a largo plazo contra la corrosión y la oxidación.
Molibdeno Ventaja del SUS 316
Aunque el acero inoxidable 304 ya es resistente a la corrosión, el acero inoxidable 316 ofrece una protección mejorada. La adición de molibdeno al acero inoxidable 316 proporciona una excelente protección contra los cloruros y los ácidos más concentrados. Para los cerveceros que trabajan en condiciones duras o que buscan una solución más duradera, el acero inoxidable 316 ofrece una protección mejorada, garantizando que el depósito no se vea afectado por la infusión ácida con el paso del tiempo.
No reactivo y sin sabor
La superficie no reactiva del acero inoxidable 304 y 316 es una de sus ventajas más significativas. Estos grados de acero inoxidable no filtran sustancias ni sabores en el kombucha, preservando la integridad y los beneficios para la salud de su kombucha. Y mantener el perfil de sabor único que esperan los consumidores es esencial, y utilizar estos grados de acero es una forma de conseguirlo.
Resistencia y durabilidad
Tanto el acero inoxidable 304 como el 316 son reconocidos por su durabilidad y resistencia. Estos materiales son adecuados para su uso en procesos de elaboración de cerveza y limpieza, ya que pueden soportar altas temperaturas. Por lo tanto, son una opción ideal para un uso constante y a largo plazo en la producción de kombucha. La durabilidad del material reduce la preocupación por el desgaste con el paso del tiempo, lo que los convierte en una opción asequible.
Higiénico y fácil de limpiar
Otra razón por la que se prefieren los aceros inoxidables 304 y 316 en la producción de alimentos y bebidas es la superficie lisa y no porosa que se consigue mediante el pulido de alto grado. Estos materiales facilitan el saneamiento y la limpieza, lo que es esencial para mantener un entorno seguro para la fermentación de kombucha. Evitan la contaminación y mantienen la salud del SCOBY, que depende de un entorno limpio y controlado para prosperar.
Conclusión
El acero inoxidable para uso alimentario, en particular el 304 y el 316, ofrece ventajas incomparables en términos de resistencia a la corrosión, no reactividad y durabilidad, lo que lo convierte en un material ideal para una amplia gama de aplicaciones relacionadas con la alimentación. La combinación de estas cualidades hace que los tanques de acero inoxidable sean una selección óptima para la elaboración de kombucha, garantizando la seguridad, el sabor y la calidad de su kombucha.
Invertir en equipos de acero inoxidable es una decisión muy valiosa, tanto si elabora kombucha en casa como si gestiona una fábrica de kombucha comercial. Esta elección garantiza que su kombucha se produzca con una fiabilidad, seguridad y eficiencia inigualables.