La importancia del control de la temperatura en la producción de Kombucha

El control preciso de la temperatura es la base de todas las etapas de la producción de kombucha -desde la preparación del té hasta la fermentación con el SCOBY- y las desviaciones en cualquier punto pueden hacer descarrilar el sabor, la seguridad y la consistencia. Al preparar el té, el agua demasiado caliente o demasiado fría extrae compuestos indeseables (amargor o sabor débil), y al fermentar, las temperaturas por debajo de 24-27 °C ralentizan o sobreestimulan la actividad microbiana, lo que da lugar a un kombucha agrio, plano o incluso contaminado. Sin una gestión térmica rigurosa, los productores se arriesgan a una conversión incompleta del azúcar, poblaciones microbianas desequilibradas, tiempos de fermentación prolongados, crecimiento de moho, sabores avinagrados y riesgos potenciales para la salud.

fermentador de kombucha

 

Elaboración de la cerveza: El papel fundamental de la temperatura

La temperatura del agua determina los componentes del té que se disuelven: la teanina y los aromas delicados a temperaturas más bajas, y los taninos y la cafeína a temperaturas más altas. Utilizar 80 °C para los tés verdes y blancos preserva el dulzor y evita el amargor. Por el contrario, los tés negros y oscuros necesitan entre 90 y 100 °C para liberar cuerpo y color; a temperaturas más bajas se obtienen infusiones débiles y poco extraídas, mientras que a temperaturas más altas se chamuscan las hojas, liberando un exceso de taninos y amargor.

 

Extracción insuficiente (71 °C): El té carece de cuerpo, lo que resulta en una base de kombucha sosa e insípida que produce un kombucha final de sabor plano. Extracción excesiva (100 °C): El exceso de taninos da lugar a infusiones astringentes y ásperas que estresan al SCOBY y aportan notas amargas a la bebida fermentada.

 

 

Fermentación: El punto dulce térmico de la SCOBY

Rango óptimo de fermentación

La levadura y las bacterias de la SCOBY prosperan entre 24 y 27 °C, convirtiendo los azúcares en etanol y ácidos a un ritmo equilibrado. La fermentación se completa en 7-14 días, con un pH de 2,5-3,5 y un sabor bien equilibrado.

 

Demasiado bajo (18 °C): El metabolismo se ralentiza; la fermentación se detiene, alargando el tiempo de elaboración y aumentando el riesgo de moho debido a una acidificación insuficiente. El crecimiento de la SCOBY se debilita, produciendo una película fina y un sabor plano.

 

Demasiado alto (29 °C): La actividad acelerada crea kombucha avinagrada y demasiado agria; el calor excesivo puede matar los microbios del SCOBY, alterando el equilibrio microbiano y el valor probiótico. La levadura puede dominar, produciendo sabores extraños y picos de etanol.

 

Temperaturas fluctuantes: Las oscilaciones entre frío y calor provocan tasas de fermentación erráticas, carbonatación inconsistente y variabilidad en el sabor, la acidez y la carbonatación de un lote a otro.

 

Los equipos de kombucha de Tiantai emplean rigurosos sistemas de control de temperatura tanto en nuestros tanques de ebullición de té como en los tanques de fermentación para garantizar la consistencia de la kombucha, optimizar el desarrollo del sabor y mantener la seguridad microbiana. Los tanques de ebullición de té suelen incorporar calefacción enchaquetada y sensores de temperatura automatizados, lo que permite rampas precisas de temperatura del té caliente, a menudo dentro de ±0,1 °C, para impulsar el sabor y la extracción de compuestos de diferentes tés. Los tanques de fermentación utilizan camisas de agua glicolada o serpentines internos conectados a enfriadores centralizados, regulados por controladores PID y sondas digitales, para mantener las temperaturas de fermentación.

 

Ofrecemos tanto camisas de glicol con hoyuelos como camisas de glicol con serpentín soldado a las paredes laterales. El glicol enfriado (solución de propilenglicol 20-30%) circula desde un enfriador central a través de la camisa, absorbiendo el calor exotérmico del scoby y manteniendo con precisión las temperaturas de fermentación. Controladores PID o PLC de Tiantai que ajustan las posiciones de las válvulas de glicol o el caudal de vapor en tiempo real. Esta automatización mantiene un punto de consigna estable a pesar de las cargas de calor ambiente o de proceso, garantizando un perfil uniforme entre varios tanques.

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